Monday, June 05, 2006

LA VERDAD PREVALECE


El aspecto más desafortunado de todas las críticas del pasado es que, en el momento una organización como la Orden Bonaria, comienza a sentir que deben tomarse medidas contra las ridículas acusaciones realizadas, las cosas terminan yendo más allá de toda proporción. Las supuestas medidas no hacen otra cosa que añadir leña al fuego de los “acusadores”, y el toma y daca consiguiente lleva a los Bonarios a sentirse afectados. En los Círculos Bonarios se ha argumentado que dejar sin respuesta los ataques maliciosos; puede dejar escombros a largo plazo que sirvan como cabeza de puente para posteriores ataques.

Durante mucho tiempo, la política oficial consistió en ignorar los ataques sensacionalistas pero, desde principios del 2.006, la práctica habitual es la de responder jurídicamente.

La naturaleza de aquellas personas o grupos que levantan acusaciones infundadas y sin garantías contra los demás en cualquier terreno de la vida indica que su verdadero propóstico consiste en llamar la atención sobre si mismos.

La persona o el grupo, que entra a este juego, y responde a ese ataque termina confundida por el hecho de que sus explicaciones no son suficientes, volviéndolo a intentar y añadiendo mas leña al fuego.

En el peor de los casos, cuando se pierde el equilibrio, gracias a Dios y Nuestra Señora, a nosotros no nos sucedió esto; se convierten en presas de una especie de pánico, al punto que mentiras e invenciones surgen del bando difamador, en un intento por vencer en una discusión que no pueden vencer, porque carecen de base.
Sin embargo, mientras tanto, el acusador, o acusadores maliciosos han conseguido toda la publicidad que buscaban desde el principio.

Nosotros, hemos seguido fieles a nuestro Códice y Principios, porque el Tiempo, verdadero Rey de Reyes, pone a cada cuál en su Lugar, y en su Espacio.

“Forte est vinu; fortior est Rex; fortiores
Sunt mulieres sup on vincit veritas”

El vino es fuerte; más fuerte es el Rey; las mujeres son más fuertes aún, pero por encima de todo, la verdad vence.

Axioma de la Familia de los Sinclair, escrita por William Sinclair, fundador de Rosslin, Príncipe de Orknay, y Caballero del Temple en Escocia.